Roccella canariensis es un liquen conocido como orchilla del que se extrae un colorante natural, denominado habitualmente orceína, y utilizado para el color púrpura.
Especialmente valorado por los antiguos romanos y por los comerciantes y fabricantes de paños genoveses y venecianos en el siglo XV.
Fue uno de los principales productos históricos de exportación de Canarias, donde se da en acantilados orientados a los vientos alisios.
La Orchilla o roccella canariensis es un liquen negro con manchas blancas que crece a lo largo de la costa rocosa, debido a la presencia de humedad marina y al ambiente salino. Esta planta ha sido utilizada para la coloración textil desde el principio de los tiempos. La Orchilla es el producto de la simbiosis entre un hongo y una alga. La planta necesita alrededor de 6 años para madurar. El valor de esta planta reside en el color púrpura que se puede extraer de sus ramas.
Varios historiadores, del XV. siglo, argumentan que una de las razones que llevaron al normando Jean de Bethencourt, a conquistar las islas fue precisamente la presencia de la roccella.
En el momento de la conquista él era el propietario de la localidad normanda Grainville-la- Teinturiére, una zona conocida por los tintes textiles. La recolección de la Orchilla desde las colinas era arriesgada y muchos perdieron sus vidas. La mayoría de las víctimas eran enterrados en cuevas, cerca del lugar donde se encontraron con su fatal destino.
El descubrimiento de los tintes sintéticos en el siglo XIX puso fin a la industria basada en la Orchilla.
Los majoreros, los habitantes de Fuerteventura, se hicieron famosos por ser excelentes recolectores de roccella.